martes, 4 de septiembre de 2007

FANGOTERAPIA,EL ARTE DE LA TIERRA DE CURAR...




F I T O T E R A P I A P R Á C T I C A
Fangoterapia, el arte de la tierra de curar
INTRODUCCIÓN
Durante la primera guerra mundial médicos alemanes y austriacos comprobaron los buenos resultados de la arcilla tomada vía oral en casos de disentería, fiebre tifoidea y cólera.
Hagamos un poco de historia: la arcilla proviene de la descomposición de las rocas madres cristalizadas, como por ejemplo, el granito. Se encuentra en capas de naturaleza sedimentaria, en cuencas de ríos o en zonas de arrastre de aguas, aunque actualmente ya no lo sean. Desde el punto de vista químico, las diferentes arcillas están compuestas por silicato de alúmina hidratado, presentado en láminas. Va acompañado de muy variados óxidos minerales, aunque por su cantidad caben destacar el hierro, el silicio, el aluminio o el magnesio.
Llamémosle barro, arcilla o fango, nos estamos refiriendo a un material natural, sano y terapéutico para nuestra salud. Personalmente realizo varias sesiones terapéuticas de barro al aire libre y de cuerpo entero. El denominador común de todas ellas es sin lugar a dudas el restablecimiento de la normal actividad de los órganos vitales.
Antiguamente era utilizado por los Griegos, Romanos, Árabes y antiguos pueblos civilizados de Oriente. Todos ellos utilizaban el barro en el tratamiento de diversas enfermedades. Posteriormente parece ser que cayó en el olvido, para volver a imponerse en la Medicina actual. Tal es así, que en Alemania, Norteamérica, Suiza, Escandinavia, Australia y otros paises, existen centros de salud dotados de todos los adelantos modernos en los cuales se aplican los tratamientos con barro a nivel curativo.
Todos los seres animados son hijos de la tierra, de ella venimos y a ella vamos. Por tanto estamos muy vinculados al barro. Según la Biblia, en Génesis, el primer hombre fue formado con barro, y más adelante encontramos como Jesucristo cura a un ciego haciendo lodo con saliva y untándole los ojos.
Los campesinos curaban las heridas de los animales untándoles barro.
Sea como fuere, de lo que no cabe duda es que la arcilla posee propiedades curativas capaces de extraer del interior y exterior de nuestro organismo las impurezas que lo perjudican.
El barro o arcilla puede proceder de terrenos volcánicos, terrenos cercanos a manantiales de aguas minerales, terrenos profundos o terrenos de grutas, etc.
La acción curativa del barro depende de las sustancias radiactivas contenidas en las capas profundas de la tierra. No obstante existen arcillas superficiales de buena calidad siempre y cuando estén libres de agentes contaminantes, no debiéndose utilizar arcillas cercanas a lugares de cultivos con abonos químicos, pesticidas, etc.
El barro tiene la propiedad de absorber, debido a sus poros, además de desinfectante, siendo muy útil en heridas y contusiones. Personalmente he podido apreciar su poder curativo en llagas, heridas con pus, picaduras de avispa, etc. Pero es sabido que en paises donde hay serpientes y escorpiones, se utliza el barro con éxito en tales mordeduras o picaduras, así como mordiscos de perros rabiosos.
Al aplicar el barro sobre nuestra piel, penetran en el cuerpo sustancias útiles y se eliminan toxinas y venenos y sustancias perturbadoras que pasan al barro.
El barro es muy desinflamatorio, actuando sobre los focos infecciosos profundos, eliminando productos de la inflamación como el pus.
El barro es un estimulante de las funciones de la piel, favoreciendo la fijación y destrucción del ácido úrico a través de ella. Es por ello que es tan recomendable contra la gota.

ENFERMEDADES EN LAS QUE SE RECOMIENDA EL BARRO:
Reumatismos, tanto articular como deformantes y crónicos, inflamaciones de las articulaciones, gota, dolores musculares, dolores nerviosos, úlceras, úlceras de estómago, fístulas, abscesos, lumbago, ácido úrico elevado, supuraciones, heridas con pus, llagas, contusiones, golpes, ántrax, bubones, enfermedades del hígado, peritonitis crónica, ascitis.
LA ARCILLA CURATIVA Y LAS ENFERMEDADES
ABSCESOS Y DIVIESOS: Es muy importante el drenaje del hígado con plantas adecuadas (fumaria, romero, boldo, etc) Se deben de limpiar bien los intestinos, riñones y vejiga. Tomar arcila cada mañana en ayunas es necesario en estos casos. Purificar la sangre con plantas apropiadas. Tomar agua caliente con 1/2 limón exprimido. Ponerse un emplasto de arcilla sobre el hígado antes de dormir. No tocar la zona afectada pues eso retrasa la curación. Mantener una higiene adecuada. Aplicar emplastos de arcilla sobre la zona afectada renovándolos cada dos horas. Los emplastos de arcilla constituyen el mejor medio para evitar el pus y las infeciones. Deben de aplicarse hasta que se sientan punzadas de dolor. Después interrumpirlo temporalmente por emplastos de cebolla cocida o una escayola con sal marina y un poco de agua, que se coloca sobre una llama y se agita. añadir polvo de arcilla hasta convertirlo en un batido espeso. Continuar agitando y luego quitar del fuego. Colocar sobre un paño fino y aplicar bien caliente sobre la piel. Aplicar por la noche y por la mañana. Alternar con hojas de col si se desea. Una vez el absceso haya "madurado" lo cual significa que el pus estará recogido bajo la piel, reducir las aplicaciones de arcilla durante el día. Por la noche utilizar compresas húmedas. No cubrir con nada que impida respirar, es mejor hacerlo con una hoja de col que mantendrá la humedad y permitirá la entrada de aire. Es importante tener en cuenta que manteniendo aplicaciones de arcilla incluso cuando el absceso o divieso está completamente vacío, las posibilidades de cicatriz se reducen condiderablemente. Entre emplasto y emplasto es necesario lavar la zona con agua salada sin hervir (un puñado por litro).

ACNE: Al contrario de lo que muchas personas piensan, el acné no es un problema juvenil. En los adultos toma diversas formas: una variedad de seborrea se manifiesta por la aparición de costras amarillas o grisis en la nariz y las mejillas. En todos los casos de acné, el primer paso es lograr que las funciones intestinales se normalicen, tanto si las avacuaciones son insuficientes, como si les falta consistencia, como si les falta o sobra color. 1/2 vaso de arcilla líquida por las mañanas en ayunas hace que el cuerpo se deshaga de gran parte de los productos tóxicos. Estimule el hígado con una mezcla de aceite de oliva y jugo de limón por la mañana (una cucharadita de cada mezclados). Alternar con la arcilla líquida todas las semanas Coma sólo frutas, verduras (preferiblemente crudas), cereales, frutos secos, yogur, leche con crema y huevos frescos. Usar miel en vez de azúcar blanco, veneno del estómago.

ALCALOSIS: Puede ser causa muchas veces de una acidez aguda y no debe confundirse con el pH ligeramente alcalino de una persona saludable y normal. La alcalosis es una situación patológica de exceso de alcalinidad en que no tiene lugar el saludable cambio entre potasio y sodio. Un organismo que sufra dee alcalosis es peligrosamente susceptible a la enfermedad porque los nervios, músculos y órganos no están en sus condiciones normales de actividad para prevenirla. Los cambios normales de potasio y sodio mantienen al organismo alerta, no dejando que ocurra nada grave. Es conveniente, pues, una buena dieta a base de frutas frescas y cereales (alforfón, arroz integral, centeno, mijo). Beber arcilla líquida en ayunas. 1/2 limón exprimido y rebajado en agua caliente.
ALERGIAS: Las alergias están asociadas a un organismo lleno de toxinas. La única manera de hacerlas desaparecer para siempre es haciendo desaparecer las toxinas de nuestro organismo. Tomar cada mañana en ayunas un vaso de arcilla líquida. Aplicar emplastos de arcilla en el hígado antes de acostarse. 1/2 limón exprimido y rebajado en agua caliente.

ANEMIA: La sangre pasa a través del hígado, donde se purifica

ARTRITIS: Aplicar cataplasmas frías de arcilla verde en las articulaciones doloridas. Añadir hojas de col fresca machacada. Tened paciencia en el tratamiento realizándolo varias veces durante varios días para obtener un resultado positivo. Beber cada mañana en ayunas de arcilla para facilitar el drenaje del organismo.

ARTRITIS DE LAS ENCÍAS:
ASMA: Aplicar una vez al día un cataplasma de arcilla amasada con agua y unas gotas de aceite esencial puro de tomillo, eucalipto y orégano. Este tipo de cataplasma es preferible realizarlo en caliente. Alternar el cataplasma en el pecho y la espalda.

BRONQUITIS: Seguir el mimso tratamiento espuesto contra el asma. Beber agua con arcilla cada mañana y añadir algún complemento de vitamina C. Tomar algunas gotas de propóleos.

CIRCULACIÓN SANGUÍNEA: beber cada mañana un vasito de agua con arcilla mezclada con zumo de limón para disolver los cristales de los capilares sanguíneos. Aplicar cataplasmas espesos de arcilla si existe flebitis o arteritis.

CISTITIS: Aplicar cataplasmas calientes de arcilla verde sobre la vesícula, fuera de las comidas renovándola apenas se caliente. Añadir jengibre en polvo a la arcilla para aumentar su eficacia. Tomar un vaso tres veces al dia de cloruro de magnesio

DOLORES DE CABEZA: Aplicar cataplasmas frías a nivel local de arcilla verde renovándolas cad vez que enfrien. Si tratamos una neuralgia facial aplicaremos la arcilla caliente mejor que fría.

EMBARAZO: Aplicar durante el último mes del embarazo una cataplasma de arcilla sobre el abdomen. Es aconsejable realizarlo también después del parto.
ESTADOS DEPRESIVOS: Beber cada día un vasito de arcilla para remineralizarse. Beba infusiones de lavanda, salvia y tomillo. Apliacarse sobre el vientre aceite de hipérico


ESTREÑIMIENTO: Beba arcilla blanca cada mañana. Beba mucha agua entre las comidas y alguna infusión laxante con cáscara sagrada.

FATIGA CRÓNICA, ASTENIA, CONVALECENCIAS: Beber cada mañana un vasitod e arcilla verde y tome baños de algas con sal marina. También es recomendable el baño de romero por las mañanas.

GASTROENTERITIS, TRASTORNOS DIGESTIVOS: Beber mientras duren estos trastornos un vasito de arcilla blanca para calmar los dolores y reabsorber las fermentaciones y neutralizar el exceso de acidez y de esta manera proteger la musosa gástrica. Aplicar cataplasmas fríos de arcilla sobre el estómago.

HERIDAS Y CORTES: en las heridas y cortes el barro es muy eficaz. Una vez limpia y desinfectada la herida aplique una capa de arcilla dejando que seque bien y luego limpiar con chorros de agua fría sin dejar que se deposite barro en el interior de la herida.
HERPES: Use arcilla verde en forma de cataplasmas que cubran toda la zona afectada. Renuévela tantas veces como haga falta. Puede añadirles una o dos gotas de aceite esencial de ciprés, lavanda y salvia. Por la noche, antes de acostarse aplique en la cataplasma también gel de aloe.

INFECCION DE OÍDO: Use illita aplicada directamente sobre el oido, especialmente sobre la parte de atrás de la oreja. Renuévelas cuando estén calientes. Ponga detrás de la oreja unas gotas de niauli y limón. Instile en el oido unas gotas de aceite de oliva tibio. OBSERVACIÓN: en caso de pérdidas purulentas consulte a su médico.

LUMBAGO: Aplicar cataplasmas calientes o tibias de arcilla verde en las zonas doloridas. Añadir hojas de col fresca machacada. Tened paciencia en el tratamiento realizándolo varias veces durante varios días para obtener un resultado positivo. Beber cada mañana en ayunas de arcilla para facilitar el drenaje del organismo.

TUMORES FIBROSOS EN EL ÚTERO: Utilizar arcilla verde o illita. Aplique cataplasmas de arcilla frías y espesas que se mantendrán toda la noche en el bajo vientre, salvo en el momento de la menstruación. Beba un vaso de leche de arcilla cada mañana. Tome vitamina E (puede conseguirla en tiendas de dietética), o alimentos que la contengan.
VENAS VARICOSAS: En los casos de varices aplicar arcilla verde o blanca dejando que seque bien antes de enjuagarse, siendo muy recomendable aplicar unos chorros de agua fría para favorecer la circulación de la sangre en las venas dañadas

ENJUAGUE BUCAL:
Añada al agua de arcilla un poco de cloruro de magnesio, algunos gramos de sal marina y dos o tres gotas de aceite esencial de clavo. Conserve esta mezcla en la boca unos minutos después de haberse lavado los dientes; sus encías se tonificarán y evitará que se bajen. Este es un enjuague bucal excelente para todas las alteraciones que afectan a la boca: aftas, candidiasis, gingivitis, etc.

CONTRAINDICACIONES:
Tuberculosis pulmonar
Vómitos de sangre
Tuberculosis en las articulaciones
Arteriosclerosis
Hipertensión
Enfermos del corazón
Embarazadas.

NOTAS DE INTERÉS:
En congestiones de riñones, hígado, estómago, vientre, etc los cataplasmas de barro son de efecto prodigioso.
En desarreglos digestivos con flatulencias, acideces, mal aliento, dispepsias en general, úlceras y tumores, fiebres, catarros intestinales, afecciones del vientre, pulmones y riñones.
En heridas putrefactas, la cataplasma de barro es cicatrizante y absorbente, al igual que en quemaduras.
Andar descalzo sobre la tierra húmeda es fortificante del sistema nervioso.
La arcilla a nivel interno actúa como agente purificador.
Las propiedades saludables del barro se fundan en el poder refrescante, desinflamante, descongestionante, purificador, cicatrizante, absorbente y calmante que posee la tierra.
En las inflamaciones superficiales agudas como picaduras, golpes, heridas o quemaduras, el barro actúa por el frío y pierde su acción descongestionante a medida que se va calentando, sindo conveniente cambiarlo por barro nuevo y fresco.
En las congestiones de órganos internos del cuerpo, sucede todo lo contrario, es decir: mientras más se calienta el barro aplicado sobre la piel, tanto más se extrae hacia fuera el calor interno que se combate.
En las inflamaciones agudas se cambiará el barro cada vez que se caliente demasiado, cada hora aproximadamente. Sin embargo, el barro aplicado sobre el vientre es más eficaz a medida que se calienta con el calor malsano que extrae del interior, debiendo cambiarlo cuando éste se seca.
En el barro tenemos dos agentes generadores de la vida orgánica: tierra y agua. esta unión hace prosperar todo lo que posee germen de vida y destruye y descompone la materia muerta para transformarla en elementos nuevos de vida.
La tierra es el misterioso laboratoriuo de la vida. Cuanto recibe lo trasforma en nuevos elementos de vida orgánica.
El barro no sólo saca los pernicioso de heridas, tumores, eczemas, erupciones, etc.., sino que vitaliza los tejidos enfermos, descongestionándolos, normalizando la circulación de la sangre en ellos y proporcionando a las células fuerzas misteriosas que la tierra posee como acumulador de energías magnéticas, eléctricas, solares y de calidad de vida. es por ello que las heridas más descompuestas sanan rápidamente tratadas con barro y las contusiones se normalizan.
La cataplasma de barro sobre el vientre, descongestiona el interior, activa la circulación sanguínea en la piel y extremidades, que se calientan.


CONSEJOS A LA HORA DE APLICAR EL BARRO :


El barro utilizado debe ser extraído de lugares apartados de cultivos con abonos químicos y basuras.
Hay que pasar la tierra por un harnero o criba, de tal manera que se separen las partes gruesas y raíces varias.
En inflamaciones locales el barro a aplicar debe ser grueso (más de una pulgada)
Si se hace a nivel general, es preferible hacerlo al aire libre en verano, disponiendo de agua.
Es de destacar en las curas de barro que realizo periódicamente, la sensación de frío en los pacientes, todo y ser verano y hacerlo a pleno sol con 38º de temperatura. No es nada anormal. Es debido a la energía desprendida por todo el organismo y el esfuerzo de los órganos vitales en su trabajo de desintoxicación.
La aplicación de barro sobre el vientre se puede realizar a cualquier hora, indistintamente de los horarios de las comidas.
Personalmente a la hora de amasar el barro, soy partidario de utilizar el agua de decocciones de diversas plantas medicinales, en vez del agua sóla. Por ejemplo la cola de caballo, el romero, la salvia, etc

Preparación de la arcilla para uso terapéutico:
La arcilla usada para uso terapéutico debe ser recogida en zonas sin contaminación, cribada para sacar piedras y raíces, extendida al sol, sobre una superficie de hormigón, o piedra limpia para que se seque y pueda ser triturada. Si queremos obtener una arcilla de grano más fino, debemos humedecerla de nuevo, prensarla, secara al sol y volver a triturar. Pero si nuestro caso es el de que conocemos un yacimiento de arcilla sin contaminar, una vez la hemos puesto al sol y la hemos triturado. Se puede usar un rodillo o una maza de madera, podemos ponerla en un contenedor de cristal o barro preferiblemente, aunque también se puede usar el plástico, pero nunca el metal. Vertemos agua solo hasta cubrirla. Utilizar agua a poder ser sin cloro. Lo tapamos para evitar que caigan insectos u otros elementos ajenos al barro, y en unos días, por proceso de decantación, las partículas más finas quedan en la superficie, y las más gruesas en el fondo. El agua se debe haber evaporado. Ya está lista para ser usada. Seleccione la capa superficial más fina.
Para aprovechar lo que queda, puede iniciarse el proceso de secado, triturado, tamizado, y nueva decantación. Si nos queremos evitar todo este proceso de nuevo, pues ya tenemos suficiente barro, siempre podemos hacer alguna pieza de alfarería por la técnica de pegado de “churros”,que no es medicinal pero si terapéutica a su manera, pues estimula la creatividad y el trabajo con las manos.
Si queremos aumentar sus cualidades terapéuticas debemos ponerla al sol de nuevo. Para almacenarla, también se debe poner al sol, volver a triturar y almacenar en un contenedor limpio y seco. Si no se tritura en el momento de almacenarla, siempre se tendrá que volver a triturar en el momento de su uso, ya que si no quedaría una masa apelmazada y no suelta, difícil de trabajar.

Propiedades de la arcilla.
La arcilla es una sustancia viva, que frena la proliferación de microbios o bacterias patógenas (cuerpos parasitarios), a la vez que favorece la reconstitución celular sana. Actúa en el foco de la enfermedad, efectuando una limpieza completa, así como la evacuación de los elementos nocivos.
Sus propiedades principales son la de absorción y la de captación de elementos nocivos para nuestra salud.
Nunca se ha medido la radiactividad de la arcilla, pero en su caso, la arcilla tiene un poder regenerador, ya que se ha observado que estimula la radiactividad en los cuerpos donde se aplica en los que esta es deficitaria y absorbe el exceso de radioactividad en caso de exceso, pues como elemento de la naturaleza, tiende siempre al equilibrio.
La arcilla impide la proliferación bacteriana y microbiana. Bien lo saben todos los animales; se revuelcan en el barro cuando tienen heridas o parásitos.
Una arcilla pura (sin contaminación), secada al sol, está naturalmente exenta de microorganismos nocivos.
BARRO O ARCILLA SON LO MISMO, PERO POR FANGO SE ENTIENDE UNA MASA ARCILLOSA, QUE NO ARCILLA, PUES NO PROVIENE DE UN PROCESO DE SEDIMENTACIÓN Y DESINTEGRACIÓN DE ROCA ANTIGUO, SINO DE LA ACUMULACIÓN DE SUSTANCIAS ORGÁNICAS EN DESCOMPOSICIÓN ARRASTRADAS POR EL AGUA NORMALMENTE.

ARCILLA PARA USO EXTERNO:
Cataplasma
Recomendaciones generales:
Utilice la arcilla previamente secada al sol (esto aumenta su poder curativo) y triturada o en gránulos.
El metal nunca debe entrar en contacto con la arcilla; usar cucharas de madera y recipientes de vidrio, loza, madera... Evitar el uso de plásticos.
Como soporte de la cataplasma utilice preferiblemente un tejido natural (algodón, lino). El plástico, al igual que los tejidos sintéticos, disminuyen la eficacia de la arcilla.
No olvide que la arcilla es un tratamiento muy beneficioso, pero que el organismo reacciona rápidamente a su uso, no haga trabajar demasiado un cuerpo ya debilitado por alguna dolencia. Sea prudente, es mejor espaciar la aplicación y ser constante.
Evite aplicar cataplasmas de arcilla en dos órganos importantes a la vez. Podría hacer trabajar demasiado a su organismo y crear reacciones demasiado fuertes.
Preparación de la cataplasma:
Vierta la arcilla machacada, alisando ligeramente su superficie, en un cuenco de madera, loza, vidrio, no usar metal ni plástico. Reserva una parte de la arcilla en caso de que la mezcla necesite ser espesada.
Cúbrala con agua, a poder ser agua sin cloro o de manantial. Tenga en cuenta que unas arcillas absorben más agua que otras.
Déjela reposar sin tocarla; se disgregará sola. Procure no removerla pues se pondrá pegajosa y será difícil utilizarla. La consistencia debe ser lo bastante firme como para que no chorree, pero no demasiado espesa.
Disponga la pasta arcillosa sobre una tela bastante gruesa. Esta debe ser mucho más grande que la cataplasma, que debe cubrir una superficie más extensa que la que se va a tratar. Utilice una espátula de madera para extender la pasta, en un grosor de 2-3cm.
Coloque la cataplasma en el lugar deseado , dejando la arcilla en contacto directo con la piel, preferiblemente. Manténgala sujeta con un vendaje no muy ajustado. Si la zona a tratar es la nuca, ate el vendaje sobre la frente, no sobre el cuello. En caso de necesidad (una llaga, o vello) se puede colocar una gasa fina entre la arcilla y la piel.
La cataplasma se puede dejar aplicada durante unos minutos, unas horas, o incluso toda una noche.
Después de la aplicación, y una vez seca, retírela con cuidado y lave la zona con agua tibia. No emplee alcohol ni colonia. Tire la arcilla, pues habrá recogido sustancias nocivas para el organismo. Nunca se debe reutilizar esta arcilla.
¿Cataplasma fría o tibia?
La regla general para elegir un modo u otro es simple: en una zona inflamada o congestionada la cataplasma debe refrescar. Si se aplica para tonificar o revitalizar, esta debe calentar.
Cataplasma fría.
Debe aplicarse en un lugar febril, congestionado, inflamado o caliente (como el bajo vientre). Normalmente se calienta en seguida al contacto con la piel. Cambiar una vez esté caliente. No se asuste, al principio del tratamiento puede ser necesario cambiar la cataplasma cada cinco o diez minutos.
Cataplasma tibia.
Debe aplicarse cuando tiene como objetivo la revitalización general, o de un órgano en particular, reconstrucción ósea (fractura, descalcificación...) o sobre el hígado, los riñones o la vejiga, sobre todo en caso de cistitis (evitar las mujeres embarazadas).
Hay varios métodos para calentar la arcilla. El más sencillo consiste en dejar la mezcla de agua y arcilla bajo el sol o cerca de un radiador. Evitar el contacto con una fuente de calor, pues la desnaturalizaría.
Otro modo consiste en calentar la mezcla al baño María, pero es más difícil conseguir el punto. Recuerde que el agua del baño María no debe hervir a grandes borbotones.
Si preparó varias cataplasmas por adelantado, también es posible entibiarlas colocándolas sobre la tapa girada de una cacerola con agua caliente.
.Tratamiento de un órgano (estómago, hígado, riñones, páncreas, bazo) con cataplasmas:
Si se trata de revitalizar un órgano, la aplicación puede durar toda la noche, retirándola antes de que se enfríe demasiado.
Si se trata de descongestionar un órgano en especial, de paliar un estado agudo inflamatorio o infeccioso, las primeras aplicaciones deben dejarse mientras la cataplasma no moleste, generalmente toda la noche. Si lo despierta porque la cataplasma está demasiado caliente o molesta, esto quiere decir que esta ya ha hecho su trabajo y ha absorbido lo que podía. Resista la tentación de aplicar otra cataplasma: correría el riesgo de fatigar el organismo. Si guarda reposo, podrá aplicar otra cataplasma durante el día, pero no más. A medida que la reacción sea favorable, habrá mayor aguante al tiempo de aplicación de la cataplasma, y podrá conservarla durante toda la noche sin que le moleste.
Tratamiento de superficie (vértebras, articulaciones, piel, etc) con cataplasmas:
Para reconstituir el capital óseo (fractura, osteoporosis, descalcificación, raquitismo, etc), la aplicación dura toda la noche, salvo si se produce sensación de frío. En tal caso se debe retirar la cataplasma.
Si se trata de llagas, lesiones inflamatorias, absceso, furúnculos, la cataplasma debe renovarse según la rapidez del calentamiento. Conservarla más tiempo sería contrario al objetivo buscado, ya que la arcilla está extrayendo sustancias perjudiciales para el organismo. Continúe las aplicaciones hasta obtener resultados, a poder ser noche y día.
Por la noche, para mayor comodidad, se puede reemplazar la cataplasma de arcilla por una compresa de agua arcillosa, que tan solo habrá que renovar una o dos veces.
Si la aplicación es correcta, la cataplasma estará casi seca a la hora de retirarla. Si está algo húmeda y pegada a la piel, dejar resbalar agua tibia entre la arcilla y la piel. Retire las partículas con una esponja mojada en agua tibia. No use jabón.
Deseche la arcilla utilizada. Las telas usadas podrán ser reutilizadas tras lavarlas y dejarlas secar.
Evite interrumpir el tratamiento. Antes de empezar a utilizar este método, asegúrese de que podrá llevarlo hasta la curación total, pues la arcilla limpia todo el organismo, produciendo reacciones en cadena que sería perjudicial interrumpir bruscamente, pudiéndose producir una acentuación local de los signos.
Acción de limpieza:
Aparentemente, y al inicio, puede parecer que el tratamiento está agravando el mal, pero no es así, esto es debido a una labor de arrastre de sustancias perjudiciales, y significa que la arcilla está haciendo su trabajo. Por ejemplo, es posible que un absceso o una úlcera empiece a agrandarse y abrirse dejando escapar pus y sangre antes de cicatrizar y desaparecer.
El mismo fenómeno se produce cuando se trata de un órgano profundo: se eliminarán todas las toxinas de las zonas cercanas, lo que puede llevar a una aparente agravación y a un riesgo de extensión a veces perjudicial. Para evitarlo hay que tomar alguna sencilla precaución:
Quince minutos antes de empezar a aplicar las cataplasmas, hay que drenar el organismo mediante cura de limón, frutas, ayudar con una alimentación vegetariana, que evite al organismo tener que eliminar las toxinas de la carne, arcilla por vía oral y aplicación de laxantes si fuera necesario.
Aumentar progresivamente el espesor y la extensión de las cataplasmas, empezando por una aplicación de medio centímetro, a un espesor de 2-3cm. Si lo tolera bien, empezando por una superficie pequeña y aumentándola hasta poder lograr una extensión de 20-30cm de ancho de cataplasma.
No interrumpir el tratamiento empezado antes de que el drenaje sea suficiente.
Compresa
A veces es preferible, sobre todo al comenzar el tratamiento cuando se teme una reacción secundaria al uso de cataplasmas, o en caso de lesiones infectadas, es mejor aplicar una compresa de barro.
La preparación de una compresa es muy simple. Se elabora una mezcla con más agua y menos arcilla, de manera que quede una mezcla fluida. Se sumerge en ella una tela o toalla (de material natural, no sintético) que debe quedar impregnada de una fina capa de arcilla.
Aplicar la compresa en la zona elegida y cúbrala con otra tela seca. Sosténgala con una tira de tela ligera. En general, es suficiente aplicar la compresa media o una hora, exceptuando la noche, en la que se puede dejar varias horas.
Empolvado
Se recomienda la arcilla fina para el empolvado de los bebés. Es más eficaz que el talco, raramente natural, y se puede usar en rasguños, dada su acción desinfectante, unida a su capacidad de regeneración rápida de tejidos. Incluso se puede usar para eccemas o incluso psoriasis.

ARCILLA PARA USO INTERNO:


Recomendaciones generales:
Al comienzo del tratamiento de arcilla para uso interno, limítese a consumir el agua arcillosa, dejando el depósito en el fondo del vaso.
No utilice un vaso de vidrio de paredes demasiado finas para preparar la leche de arcilla, ya que se puede llevar la sorpresa de que este estalle. Esto sucede cuando los minerales de la arcilla entran en contacto con el agua, se produce una fuerte interacción iónica capaz de quebrarlo.
No utilice tampoco una cuchara de metal, es preferible que sea de madera, y en última instancia, de plástico.
Puede haber aparición de estreñimiento, aunque no le sucede a todo el mundo. En tal caso tome solo el agua arcillosa; mezcle el agua con la arcilla y remueva, déjela reposar unos minutos. Tome solo lo que quede diluido con el agua, evite tomar la arcilla posada al fondo. Si este es su caso, elija la caolinita para uso interno. No tendrá ningún riesgo en el tratamiento de arcilla de uso externo.
Precauciones antes de empezar un tratamiento vía oral con arcilla. Evitar su uso en caso de:
- Tendencia o riesgo a la oclusión intestinal.
- Tendencia o riesgo de estrangulamiento de una hernia.
- Haber tomado aceite de parafina durante los 15 días anteriores o durante la cura con arcilla por vía oral, pues ésta provoca el endurecimiento de la arcilla e induce el riesgo de formación de bolas compactas en el tubo digestivo difíciles de eliminar.
- Debe abstenerse de tomar arcilla por vía oral cuando sigue un tratamiento médico alopático u homeopático, pues éste puede verse alterado.
Cómo actúa la arcilla en su uso interno:
La arcilla tomada vía oral no tiene un gusto desagradable. Actúa como reequilibrante, reconstituyente, purificará y drenará su organismo, trabajando donde se presenta una disfunción, restableciendo el órgano o la función debilitados. Es muy recomendable para tratar casos de anemia. En estos casos actúan como catalizadores y permiten por su presencia la fijación y la asimilación de las sustancias que el cuerpo no pudo asimilar.
Además de su presencia mineral, la energía que desprende puede ser muy activa en su poder de estimulación, regeneración y revitalización del organismo. Equilibra el metabolismo del organismo, ejerce una acción reguladora sobre las glándulas endocrinas a las que estimula o calma según sus necesidades, dado su cualidad reequilibrante, y absorbe toxinas y tóxicos.
Preparación:
Ponga en un vaso una o dos cucharaditas de café de arcilla superfina en polvo. Agregue agua, a poder ser sin cloro. Mezcle bien, a poder ser con una cuchara de madera. Deje reposar unos minutos, tomar de esta manera el agua arcillosa, volver a remover hasta la disolución total en caso de querer conseguir una leche de arcilla. Si lo desea puede dejar reposar la mezcla unas horas al sol, lo que revitaliza a la propia arcilla.
Es preferible beberla por la mañana al levantarse, por la noche al acostarse, o media hora antes de las comidas.
Al comienzo del tratamiento limítese a consumir solo el agua arcillosa, dejando el depósito en el fondo del vaso. Luego, puede beberlo todo.
Haga una primera cura de tres semanas, suspéndala durante una semana y vuelva a empezar el tratamiento en caso necesario. Lo ideal sería tomarla una semana si y otra no, pero depende de la dolencia, llegando incluso a poderse tomar toda la vida. Dele tiempo a su organismo a desacerse de los residuos que lo colman.
Posología:
Es aconsejable tomar una media de una o dos cucharaditas de café al día. Usted elegirá si tomarlo en forma de leche o de agua arcillosa.
No es necesario tomar grandes cantidades. En caso de infecciones intestinales (colibacilosis, gastroenteritis, etc.) o afecciones del tubo digestivo (úlcera duodenal o estomacal, enteritis) la dosis puede aumentarse hasta tres o cuatro cucharaditas de café al día. En otros casos pueden bastar dosis mínimas. De todos modos, no es conveniente abusar y es usted el que mejor puede averiguar la dosis que le corresponde.

PRINCIPALES ARCILLAS UTILIZADAS EN TERAPIA:
ARCILLA VERDE
La mejor de todas es la montmorillonita (puede ser verde, blanca o incluso azul), muy rica en magnesio. Su capacidad de absorción y su pureza la convierten en una arcilla de características excepcionales. Se pueden encontrar numerosas arcillas verdes de cualidades diferentes y diversas virtudes.
.Propiedades: Es a la vez desintoxicante, remineralizante y absorbente. Se emplea para remineralizar y drenar, por vía externa a modo de cataplasmas espesas y por vía interna en forma de agua arcillosa para beber. Es la arcilla más utilizada porque sus múltiples virtudes la hacen útil en numerosos casos.
ARCILLA BLANCA O CAOLINITA
Su nombre proviene del primer yacimiento conocido, situado en China, en Kao Ling. Nacida de la descomposición de rocas graníticas está formada por dos capas: silicio y aluminio.
.Propiedades: en forma de leche de arcilla posee
un fuerte poder curativo. Ejerce su acción antibacteriana, antiinflamatoria y cicatrizante. Esto hace que se prefiera a otras como protectora de la mucosa gástrica e intestinal puesto que acelera la cicatrización, disuelve las fermentaciones y absorbe las toxinas, lo que la hace muy beneficiosa en casos de intoxicación alimentaria e hinchazón de vientre. Por su acción de arrastre ayuda a combatir el estreñimiento. También actúa como reguladora del pH.
En uso externo se puede aplicar en forma de cataplasmas, emplastos y mascarillas. Es excelente en enjuagues bucales y más pura y natural que el talco para los bebés.
ILLITA
Es una arcilla muy cálcica y pobre en magnesio, se adhiere muy bien a la piel. Es muy extendida en el norte de Francia. Posee una gran capacidad para absorber residuos, impurezas, etc. En cataplasmas espesas sirve para casos de traumatismos y contusiones(esguinces, luxaciones, etc.), pues hace disminuir la hinchazón.
También existen muchas otras, incluida la arcilla que pueda encontrar en su jardín..., o la arcilla marina, gris antracita, que todavía se encuentra en algunas playas del golfo de Vizcaya, empapada de sol y mar, con la que los veraneantes se cubren todo o parte de su cuerpo y la dejan secar, expuesta al viento y al sol, para completar la cura lanzándose al mar.